Tanto Agustín como Jerónimo acordaban en cuanto a rechazar las interpretación de Joviniano con respecto al texto de 1 Corintios 7; no obstante, la interpretaciones de ambos no eran univocas. Agustín vio la necesidad de oponerse a la interpretación de Jerónimo dado que la consideraba proveniente de una perspectiva peligrosa. Esta oposición es evidente en sus comentarios al texto de 1 Corintios 7,38, donde siempre hace una critica hacia Jerónimo. Una de estas criticas se encuentra presente en una obra dedicada a un público culto (Sobre la virginidad) y en otra dedicada a un público inculto (Sermón Dolbeau 10). Procederé a describir esto.
Primeramente debemos observar lo que Jerónimo expresa. Él, al interpretar 1 Corintios 7:38, parte de la perspectiva de que la simulación es usada por el apóstol Pablo, por lo que podía decir algo como lo siguiente: «No peca, si toma esposa; sin embargo; no hace bien si la toma»1. Según su perspectiva, el apóstol con su segunda afirmación niega la primera, por lo que concluye: «[el apóstol] rebaja este bien mismo y lo empaña por comparación con lo mejor»2.
Contra esto, Agustín replica lo siguiente al referirse al texto en cuestión: «Con la autoridad de la Escritura divina, no con palabrería humana, no se debe actuar a la ligera y como de paso, no sea que alguien saque la impresión de que la divina Escritura ha mentido en algún punto (…) ¿Cómo pueden confiar en que es verdad lo escrito: Quien no la da en matrimonio obra mejor, si juzgan falto de verdad lo escrito inmediatamente antes: Quien entrega a su hija, aún virgen, obra bien?»3. La replica agustiniana se inclina en primera instancia a recordarnos lo nociva que es la perspectiva de Jerónimo, y luego en función del texto lo absurdo y selectivo de la misma cuando es aplicada4.
A la vez Agustín en sus sermones advierte al pueblo de esta perspectiva perniciosa que inundó la interpretaciones de Jerónimo de Gálatas 2 y 1 Corintio de la siguiente forma: «¿A dónde iré, qué haré cuando quizá diga yo a alguien Bueno es casarse, pero mejor es no casarse, como ha escrito el apóstol Pablo, si el condenador del matrimonio me dice: “Pablo ha condenado absolutamente el matrimonio, pero ha escrito eso con simulación, porque los débiles no podrían aguantar la verdad misma; precisamente porque la continencia se impone laboriosamente, ha dicho: Bueno es casarse, pues sabía que casarse es malo”? ¿Cómo pruebas que Pablo ha mentido en esto, cuando asevera: Quien da en matrimonio hace bien? (…) Os suplico: preved este gusanillo para guardaros de él; no lo admitáis en el armario de vuestro corazón. Si lo admitís, no encontraréis allí nada íntegro, si no sacudís pronto los paños»5. Ante esto es revelador cómo en el sermón sobre Gálatas 2 se asocia 1 Corintios 7 para conectar el rechazo de la perspectiva de Jerónimo. Esta es una evidencia relevante de la recepción negativa que Agustín tuvo de la obra Contra Joviniano de Jerónimo.
En resumen, la oposición agustiniana a la perspectiva de Jerónimo es una oposición a una barrera que impide que los textos bíblicos hablen en su propios términos. La perspectiva era perniciosa por abrir la puerta a muchos errores, que ya en el caso de Jerónimo pasaba de Gálatas 2 a 1 Corintios 7. Ahora bien, hay una enseñanza que roer aquí: metodológicamente hablando todos tenemos conceptos preconcebidos; no obstante, todos tenemos la capacidad de ejercer un juicio critico y un autocontrol cuidadoso que separe los datos que nos arroja el texto de nuestra preconcepciones.