Introducción
La teoría Agustiniana de la guerra justa1 tiene su fundamento en la interpretación de la Sagrada Escritura. Agustín tomara de Números 21 varias ideas para la formulación de su teoría; por esto, en este breve escrito, me propongo ilustrar la interpretación de Números 21:21-25 encontrada en su obra Cuestiones sobre el Heptateuco2. Al ilustrar su interpretación, presentaré de forma explicita los criterios que se encuentran de forma implícita en su pensamiento.
Números 21:21-25
Israel envió mensajeros a decir a Sijón, rey de los amorreos: «Quisiera pasar por tu tierra. No me desviaré por campos y viñedos, ni beberé agua de pozo. Seguiremos el camino real hasta que crucemos tus fronteras.» Pero Sijón negó a Israel el paso por su territorio; reunió toda su gente y salió al desierto, al encuentro de Israel, hasta Yahás, donde atacó a Israel. Pero Israel le hirió a filo de espada y se apoderó de su tierra, desde el Arnón hasta el Yabboq, hasta los límites de los hijos de Ammón, porque Yazer estaba en la frontera de los hijos de Ammón. Israel tomó todas aquellas ciudades. Ocupó Israel todos los pueblos de los amorreos, Jesbón y todas sus aldeas3.
Interpretación agustiniana
San Agustín dice sobre el texto en cuestión: «Hay que prestar atención a cómo se hacían las guerras justas»:
Autoridad legítima
En la instrucciones y promesas (cf. Éxodo 33:1-2) dadas por Dios a Israel reside la autoridad legítima de hacer guerra; «para que Dios cumpliera su promesas, ayudó ya aquí a los israelitas, a quienes era conveniente que se diera la tierra de los amorreos» (cf. Números 21:34).
Causa justa
El haber negado el derecho al paso, según Agustín, era una causa justa; «en el caso concreto que nos ocupa, se había negado el paso pacífico, que debía estar abierto por derecho justísimo de la sociedad humana». Además, añade que la actitud pacifica de Israel hacia Edom, que de igual forma le impidió el paso (cf. Número 20:14-21), se debe a dos razones: (1) sus habitantes eran descendientes de Esaú y (2) «Dios no había prometido aquella tierra a los israelitas, por eso se fueron por otro camino».
Intención recta
Dado que la autoridad legítima reside en Dios, se infiere con naturalidad que no se accione con malicia sino en obediencia; por lo tanto, no se habla de crimen por parte de Israel: «Israel poseyó ciertamente las ciudades de los amorreos, que conquistó mediante la guerra, porque no los anatematizó. Si los hubiese anatematizado, no le hubiera sido lícito poseer las ciudades ni utilizar nada del botín para usos particulares».
Conclusión
Al ilustrar la interpretación agustiniana de Números 21:21-25 con los criterios de autoridad legitima, causa justa e intención recta, no inserto ideas extrañas en el pensamiento agustiniano; al contrario, dejo en evidencia que esos criterios se encuentra implícitos en su interpretación y emergen de forma natural. Por otro lado, la ideas de Agustín sobre el texto en cuestión son una evidencia de que su razonamiento ético en cuanto a la guerra justa depende de su interpretación bíblica. Y, por ultimo, al ponderar la interpretación de este texto dentro de su teoría de la guerra justa esparcida a lo largo de sus obras, el texto será una pieza relevante, pero no definitiva dentro su formulación global, pues su teoría de guerra justa depende de la armonización de varios textos bíblicos.