San Agustín y las bebidas alcohólicas

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Introducción

En la actualidad, cuando se habla de bebidas alcohólicas, inmediatamente surgen discusiones y diversas posturas en los círculos cristianos:

  1. Prohibicionista: Las Sagrada Escritura prohíbe absolutamente las bebidas alcohólicas a todos los cristianos.
  2. Abstencionista: Las bebidas alcohólicas no están expresamente prohibidas en las Sagradas Escrituras, sin embargo, es aconsejable que todos los cristianos se abstengan de su uso.
  3. Moderacionista: Las Sagradas Escrituras recomiendan el uso de bebidas alcohólicas a todos los cristianos si se usan con moderación1.

De la postura mencionadas, la prohibicionista debe repudiarse, ya que abstrae textos bíblicos de forma selectiva y los convierte en norma morales vinculantes, en lugar de armonizar todos los textos sagrados para establecer la postura. Asimismo, la abstencionista debe considerarse heterodoxa, ya que no logra, junto con la Sagrada Escritura y la razón natural, tener un punto de vista global y coherente. La moderacionista es la ortodoxa, ya que toma todos los datos bíblicos y presenta la postura de forma global y coherente.

Esta ultima es la postura de san Agustín, así que, por esta razón, presentaré su actitud hacia el alcohol como un ejemplo a seguir para los cristianos de la actualidad.

El uso agustiniano de las bebidas alcohólicas

«La mesa era parca y frugal, donde abundaban verduras y legumbres, y algunas veces carne, por miramiento a los huéspedes y a personas delicadas. No faltaba el vino en ella, porque sabía y enseñaba, como el apóstol, que toda criatura es buena, y nada hay reprobable tomado con hacimiento de gracias, pues con la palabra de Dios y la oración queda santificado. Igualmente escribió el mismo San Agustín en las Confesiones: No temo la inmundicia del manjar, sino la impureza de mi apetito (…) Sobre el uso del vino tenemos también la doctrina del apóstol, que dice a Timoteo: No bebas ya agua sola, sino toma un poco de vino, por el mal de estómago y tus frecuentes enfermedades»2.

Posidio nos comenta que el vino era un acompañante que no faltaba en la dieta de Agustín, y allí hace alusión al texto de 1 Timoteo 4:4-5 para probar que no hay nada malo en el vino mismo. El mismo Agustín dice: «¿Por ventura es malo el vino porque algún individuo llegue a emborracharse? Dáselo al sobrio, que usa bien de él, y lo entenderás como un don de Dios»3. Posidio también cita las confesiones para respaldar que lo malo es el uso inmoderado, es decir, el abuso que lleva a la borrachera. Por ultimo cita 1 Timoteo 5:23 para sugerir la inferencia de que si era recomendado por el Apóstol Pablo con fines medicinales4, entonces en su naturaleza las bebidas alcoholicas no esta mal, por tanto, el uso semanal con moderación es legitimo.

La recomendación agustiniana de la bebidas alcohólicas

El sábado y el domingo, según lo convenido de mutuo acuerdo (o como es costumbre), los que quieran que tomen vino5.

Agustín concede un dia para el uso de bebidas alcohólicas a los que estaban dentro de los monasterios, y esto no es sorpresa, ya que para Agustín era muy importante el equilibrio entre el ocio, la ocupación, la acción y la contemplación.

Textos bíblicos a favor del uso del alcohol

Un experto en los salmos como Agustín no podía obviar textos como Salmos 104:14-15, donde el vino es citado con aprobación. Tampoco podía pasar por alto el hecho de que nuestro Señor Jesucristo, ejemplo de piedad y practica, no fue prohibicionista ni abstencionista, sino que mostró la templanza que todos debemos imitar: Lucas 7: 31-35.

La templanza agustiniana y las bebidas alcohólicas

La carne a veces debe ser refrenada también en las cosas lícitas. ¿Tú qué debes hacer? No permitir los placeres de la carne hasta lo ilícito, y de vez en cuando moderarte en las cosas lícitas. Porque el que no se mortifica en las cosas lícitas, está bien próximo a caer en las ilícitas. Por ejemplo, hermanos,(..) La hartura es lícita, e ilícita la borrachera; sin embargo, los hombres virtuosos, para apartarse más de las torpezas de la borrachera, se moderan también de vez en cuando en el uso de la bebida. Obremos nosotros, hermanos, del mismo modo; seamos morigerados; y lo que hacemos sepamos por qué lo hacemos. Moderando los placeres de la carne se adquiere el gozo del espíritu6.

Aunque Agustín concede que existe una diferencia notable entre el cristiano que usa rectamente del alcohol y el pagano que abusa del alcohol, también tiene muy presente que somos propensos a desordenar las cosas buenas, por lo que aconseja que hagamos del ayuno una nota característica de nuestra vida cristiana, para así subyugar los deseos desordenados. Nótese que la templanza requiere abstinencia hacia las cosas buenas, pero no una abstinencia permanente sino temporal.

Conclusión

La actitud de Agustín hacia las bebidas alcohólicas deriva de la convicción de que la Sagrada Escritura constituye una declaración Divina unificada, en la que no ve una prohibición ni alguna forma de aplicar criterios razonables para convertirlos en normas morales vinculantes que sugieran la abstención total y mucho menos cuando observamos que los criterios que aplican los prohibicionistas y abstencionistas requieren hacer caso omiso de los datos bíblicos compensatorios o ir en contra de la recta razón7. Por esta razón, la postura de Agustín es ejercer la templanza y hacer un uso moderado de un bien como las bebidas alcohólicas.


Notas:

  1. Greg Price, ‘TheBible and AlcoholicBeverages’ 1995.
  2. Posidio, Vida de san Agustín c.22 (BAC 1).
  3. Agustín, Sermón 15A,5/MA 128-129 (BAC 7).
  4. Algunos expertos confirman lo saludablemente positivo de las bebidas alcohólicas usadas con moderación. Véanse Raymond McCarthy, editor de Drinking and Intoxication. Vease Greg Price, ‘TheBible and AlcoholicBeverages’ 1995.
  5. Agustín, El reglamento monástico 7 (red. Masculina)/PL 32, 1450 (BAC 40).
  6. Agustín, La utilidad del ayuno II.5,6/PL 40, 711 (BAC 40).
  7. Robert Dodaro, Ética, Enciclopedia san Agustín a través del tiempo pag. 526–542.